Cuando
partimos definitivamente lo único que nos queda es lo que hubiésemos
disfrutado; no podemos llevarnos nada, porque nada es realmente nuestro. Aquí
dejamos todo...Nada más placentero que levantarse y disfrutar de cada día; de
cada momento, de cada sonrisa y al final dormir tranquilo y satisfecho de haber
vivido un día más...
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