namente aquello de lo que dispones, entonces agradeces lo que tienes, agradeces lo que es, agradeces Ser. La verdadera prosperidad es sentirse agradecido por el momento presente y por la plenitud de la vida ahora mismo. No puede llegar en el futuro. Más adelante, con el tiempo, esa prosperidad se manifestará de diversas formas.También el amor hacia nosotros mismos es una consecuencia natural de experimentar plenamente el momento presente. Comprendiendo que en este brevísimo instante no hay carencias ni fracasos, entonces no hay razones para reclamarnos nada a nosotros mismos, ni para señalarnos errores ni hacernos reproches. De esta manera se nos hace fácil aceptarnos tal como somos, ya no podemos sentirnos defraudados por ser quienes somos o por hacer lo que hacemos. Entonces podemos experimentar de manera espontánea el amor incondicional hacia nosotros mismos. Y amarnos a nosotros mismos es imprescindible para poder amar a los demás...“Creo que si miráramos siempre al cielo, acabaríamos por tener alas.”..
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