lunes, 29 de octubre de 2012

APRENDER A PERDONAR

“A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho..Solamente aquellos espíritus verdaderamente valerosos saben la manera de perdonar. Una persona realmente egoísta no perdona nunca porque no está en su naturaleza.






La mayoría de nosotros guardamos semillas de resentimiento o rabia hacia alguien y muchas veces nos quedamos atrapados sin saber bien cómo salir...

El perdón es un tema delicado y desde mi punto de vista, es de decisión y aprendizaje propio, pues quien soporta esa carga es uno mismo no el otro; por eso me atrevo a afirmar que el perdón tiene el sabor, olor y color que cada uno le ponga, por eso se debe adornar como uno quiera, porque es un regalo para uno mismo. Considero que el aprender a perdonar cuesta lo que uno quiere que cueste, es decir, uno mismo le otorga el valor, ya que uno decide cuánto vale la rabia que va a soltar y evidentemente cuando no se desprende de eso quiere decir entonces que esa "basura" vale más que la limpieza del alma... Cuanto más retrasemos el perdón, más difícil nos resultará perdonar. El perdonar es cosa de valientes y aquellos que lo hacen reciben el premio de la Paz y de la Alegría Interior; por eso digo que es un regalo para uno mismo.
Cuando se quiere perdonar, se debe hacer con el corazón, bastante lo he escuchado y repetido, pero vertale, cuanto cuesta aplicarla!!! pero resulta que así es más fácil olvidar la afrenta. El secreto de saber si se ha logrado perdonar o no radica, segun mi experiencia, en que si te acuerdas del hecho en sí, y no te causa ningún efecto, no hay dolor, sólo lo recuerdas como una experiencia más y efectivamente; cambias el sentir negativo por lo que se aprendió, es decir por lo positivo que se obtuvo y puedes tranquilamente seguir adelante, sabrás que has perdonado total y completamente, sin rencor, cuando ya el dolor, el vacío, la tristeza, la rabia y el rencor no lo sientes en tu pecho o en el corazón, siéntete feliz y realizado has perdonado.El perdonar beneficia a quien lo recibe y mucho más a quien lo otorga, y eso es un verdadero tesoro "el poder soltar".

 Si somos dueños de nuestras emociones..   entonces?... y “Si Jesucristo fue capaz de perdonar todo y a todos y sin que nosotros pronunciemos las palabras "Señor perdóname" ya hemos sido perdonados ¿Por qué tú nosotros no podemos hacerlo?.


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